A lo largo de los siglos las familias siempre han tenido que enfrentar situaciones que ponen a prueba a sus miembros como individuos, pero que a su vez la solución los implica como unidad. Hace 2009 años la vida no era más fácil, muchas situaciones eran de vida o muerte por lo difícil de las circunstancias. Ahora la vida se supone que es mejor, pero seguimos enfrentando situaciones de vida o muerte "interior".
En la diversidad actual de opciones, compromisos limitados, intereses parciales, visiones miopes, ¿crees que es posible vivir plenamente en familia? Yo creo que sí, pero para lograrlo necesitamos tomarnos de la mano de esa familia que lo conquistó día a día, la Familia de Nazaret. Tener una familia no es fácil, pero definitivamente vale la pena.
¿Has pensado cómo participas en tu familia? Aquí unos puntos a considerar:
- Para tener una familia unida y viva, lo más importante no puede ser lo individual, sino lo que es mejor para "todos", significando que cada quien ceda un poco, no esperando que todo se haga alrededor de los intereses de uno solo, por buenos que éstos parezcan.
- Para comunicarnos y conocernos mejor, necesitamos conectarnos de corazón a corazón a través de oídos disponibles y mentes abiertas.
- Si abrimos los dos ojos para ver las cualidades de los demás y cerramos un ojo para ver sus defectos, nos sorprenderemos de lo valioso de quienes nos acompañan.
- Hay que tener por lo menos la misma disponibilidad, respeto y atenciones con nuestra familia como la que tenemos con la mayoría de los extraños con los que nos cruzamos día a día.
- Como todo lo bueno, hay que invertir en ella: tiempo, esfuerzo, lo mejor de nosotros.
- Finalmente, es indispensable renovar momento a momento nuestra fuente de amor, paciencia, alegría y perdón, y ésto sólo se logra con la oración, sencilla y sincera. Como dicen -La familia que reza unida permanece unida-
"Amarás a tu prójimo como a tí mismo, y ese prójimo es el más próximo, tu familia"
Un sacerdote un día dijo -La vida no está garantizada, todo depende de nuestros pensamientos y acciones cada paso que damos- Así que preguntémonos "¿Qué tipo de familia quiero tener? ¿Qué tipo de persona soy en mi familia? ¿Soy con los demás como quiero que sean conmigo? ¿Cómo contribuyo para que las cosas mejoren?
Hay más alegría y esperanza cuando buscamos opciones para que nuestra vida y la de los que nos rodean sea mucho mejor, así que ¿por qué no intentarlo hoy?
Nadia Ocádiz